Redacción Voz de la Diáspora
El futbolista Diego Armando Maradona murió el 25 de noviembre de 2020 y desde el primer momento el deceso estuvo rodeado por la polémica. El jugador se encontraba en un deplorable estado de salud, alejado de su familia y en una vivienda donde supuestamente recibía atención médica y psicológica las 24 horas.
El día de su muerte, no hubo un profesional de salud que lo asistiera y los peritos del caso creen que Maradona murió varias horas antes de que se percatara su entorno.
Debido a la investigación en curso, en el que hay varias personas señaladas por homicidio culposo, Diego fue enterrado sin corazón, sin hígado y sin riñones, dichos órganos son estudiados con detenimiento para entender lo que le ocurrió ese día.
La justicia determinó que los órganos queden almacenados y actualmente se encuentran en el Departamento de Anatomía Patológica de la Superintendencia Científica de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Este año, un informe de inteligencia alertó sobre el plan de la barra brava de Gimnasia (último equipo que dirigió Maradona) para atacar la sede científica y robarse el corazón de Diego para guardarlo como un trofeo. El plan fue frustrado por las autoridades.
Durante la autopsia, el corazón de Maradona pesó 503 gramos, casi el doble de lo que pesa el de una persona sana. Este dato es determinante y permitió confirmar su mal estado, además se encontraron cicatrices que revelaron que tuvo varios microinfartos.
Fuente: Infobae