Por Lauri García Dueñas y Norma de Orellana
El Salvador-La arquitecta Claudia Blanco y los arquitectos Yonny Marroquín Orellana y Manuel H. Ortiz Garmendez compartieron sus ponencias y análisis de carácter humanístico, crítico y propositivo sobre el centro histórico de San Salvador, el martes 21 de octubre durante la Semana de la Ingeniería y Arquitectura 2025: hacia un país con desarrollo humano y turismo sostenible, organizado por la Asociación Salvadoreña de Ingenieros y Arquitectos (ASIA) fundada en 1929. La jornada contó con la presencia del presidente de ASIA, Mario Peña, y el moderador, el arquitecto Domingo Benjamín Flores, así como arquitectas, arquitectos, agremiados y estudiantes.
Las ponencias
La jornada concluyó con la ponencia “Centralización de la actividad económica en San Salvador y su impacto en el crecimiento del centro histórico de San Salvador. Relación campo-ciudad para un desarrollo equilibrado” del arquitecto, urbanista y docente Yonny Marroquín Orellana, se centró en compartir la historia de la centralización de la inversión en infraestructura en El Salvador, así como los mitos en torno a esta, también compartió los aspectos negativos que conlleva: saturación de servicios, desigualdad territorial y subinversión; así como un potencial rural desaprovechado, por lo que propuso la necesidad de un modelo de desarrollo equilibrado.
Mencionó que en enero de 2025 se contabilizan 1,022, 167 empleos formales en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS) lo que satura los accesos y el transporte a la ciudad. Pidió no olvidar que El Salvador es hasta un 63% rural.
Para el centro histórico propuso una gobernanza coordinada, con usos mixtos, el desarrollo accesibilidad y la urgente participación ciudadana: “algo que se sienta como propio”. Independientemente de lo político partidario, destacó que en el centro “se está haciendo algo” y que todo lo que se pueda preservar de nuestro patrimonio será como salvar a una estrella de mar en una costa donde miles de ellas están muriendo.
En su intervención, “Revitalización del centro histórico de San Salvador: estrategias de conservación, innovación y desarrollo humano sostenible”, el arquitecto Manuel Heberto Ortiz Garmendez Peraza, director de la escuela de Arquitectura de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de El Salvador (FIA-UES). Hizo un recorrido por la historia del centro, destacando que hay 540 edificios con valor histórico en 200 manzanas, pero 558 rutas de buses que pasan por ahí, convirtiéndolo en un mercado gigante al aire libre y una terminal de buses.
Recordó que actualmente se están invirtiendo 100 millones de dólares en él, pero propuso la conservación, la innovación, el desarrollo sostenible, el respeto a los usos culturales, los corredores verdes y la no destrucción del patrimonio.
Los más vulnerables de los vulnerables
La ponencia “Acceso al suelo y el Derecho Humano a la vivienda: un desafío para la democratización de las ciudades” de la arquitecta Claudia Blanco, directora ejecutiva de la Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Mínima (FUNDASAL).
La arquitecta hizo un llamado a fijarnos en los más vulnerables de los vulnerables: los habitantes hasta por tres generaciones de los llamados mesones que están disminuyendo por la gentrificación del centro histórico.
Actualmente, se contabilizan 19326 cuartos de mesón donde vive una familia completa en condiciones muchas veces infrahumanas.
Citando la investigación “Habitando el olvido”, la arquitecta denunció que hasta ocho familias asisten a un mismo inodoro y 13 familias por ducha.
La investigación revela que, a pesar de su aporte a la vida económica y social de las ciudades, estos cientos de familias que habitan en mesones urbanos viven en condiciones de inseguridad habitacional y exclusión.
Los mesones investigados carecen de condiciones adecuadas de saneamiento y una proporción significativa de sus habitantes enfrenta amenazas constantes de desalojo. Además, destaca la ausencia de políticas públicas específicas para mejorar las condiciones de vida en estos espacios. Propuso que, debido a que estas familias tienen buena “moral de pago”, el sistema financiero podría diseñar cuotas para que accedan a viviendas dignas.
Con esta presentación, FUNDASAL busca visibilizar las profundas desigualdades que persisten en los centros urbanos y promover acciones que garanticen el derecho a una vivienda adecuada para las familias que viven en situación de vulnerabilidad.
