Por Diego Recinos
Europa abrió sus fronteras para brindar ayuda humanitaria a los miles de ucranianos que buscan salvarse. Suecia se está convirtiendo en un puerto seguro ante la escalada del miedo.
A consecuencia del conflicto armado de Rusia contra Ucrania, miles de mujeres y niños han tenido que abandonar sus hogares y separarse de sus familias para salvaguardar sus vidas.
El centro de Estocolmo vio interrumpida su pacífica jornada laboral, ya que este lunes a las 3 de la tarde una alarma alertó a la población en las principales ciudades del país nórdico.
Con el sonido de la alarma anti ataques se sumaron las decenas de voces que durante el fin de semana gritaron unidas por el fin de la guerra y la paz en Ucrania. Los lugares de concentración son la Embajada de Rusia en Estocolmo y la plaza central. «Más que miedo, aquí se grita ante la injusticia y se clama para que detengan al dictador», así lo expresaron.
Las voces, pronto se convirtieron en hechos. Las Iglesias, comunas y ONGS de inmediato se transformaron en centros de acopio para recolectar ayuda como: ropa, alimentos, utensilios para niños, artículos de primera necesidad y donaciones de cualquier tipo; todo es bien recibido.
Cabe destacar, que las autoridades suecas brindan ayuda, pero esta no es suficiente ante los grupos de personas que llegan a diario con frio, hambre y miedo, por lo que han abierto fronteras para ayudar a los que los emigran de Ucrania y buscan protección en Suecia.
Las víctimas ucranianas se han trasladado en tren, vehículo, barco o en bus, acompañados de las pocas pertenencias que pudieron sacar antes de correr, el camino no ha sido fácil en la travesía para salvaguardarse del conflicto militar.
La Oficina de Migración es el punto donde la ayuda oficial se va a canalizar, y por órdenes de la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, los refugiados ucranianos serán la prioridad, lo cierto es, que con la gran cantidad de mujeres, niños y ancianos que están recibiendo en tan poco tiempo, se teme que las autoridades no den abasto y el sistema provisional migratorio colapse.
Por otro lado, las fuerzas armadas suecas están alertas ante una posible agresión bélica o invasión territorial que pueda sufrir el país. El Gobierno insta a los habitantes a estar preparados con alimentos y artículos de primera necesidad. Sin embargo, el clima que se respira en las calles es de completa tranquilidad y normalidad.
Sin embargo, Suecia ha tomado sus medidas contra el Gobierno ruso, también apoya las sanciones económicas impulsadas desde la euro zona en reprimenda contra la invasión en Ucrania.
Si bien, aún no se vislumbra una posible salida al conflicto, Suecia aguarda vigilante ante cualquier acontecimiento que pueda sufrir, ya que se espera que la crisis humanitaria se acreciente a medida que el conflicto no se detenga por las vías diplomáticas, a todo esto se le suma el coronavirus que ha golpeado a nivel mundial y la inflación que no podrá evitar el próximo verano sueco.