Redacción Voz de la Diáspora
La edición 2021 del Índice de Percepción de la Corrupción abarca 180 países, donde la primera posición es la que
expresa menor percepción de la corrupción y la 180 la peor. El Salvador ocupa la posición número 115, perdiendo
11 posiciones respecto del año 2020 cuando se ubicó en la posición 104.
En el 2021, El Salvador obtuvo 34 puntos de un total de 100 posibles, en una escala de 0 (percepción de altos niveles
de corrupción) a 100 (percepción de bajos niveles de corrupción), 2 menos de la calificación obtenida en el año 2020
cuando obtuvo 36 puntos.
El Salvador se encuentra por debajo del promedio de la región americana que es de 43 puntos. La calificación procede de las evaluaciones hechas por 7 instituciones internacionales a diferentes actores públicos y privados del país, de acuerdo al informe de Transparencia Internacional.
La calificación sigue mostrando un estancamiento en la lucha contra la corrupción en el país. Desde el año 2012 no
se superan los 40 puntos en esta medición. A dos años y medio de la gestión del presidente Bukele, se han conocido
varios casos de corrupción, principalmente en la gestión de recursos por la pandemia de COVID-19, y también han
tenido lugar diversos hechos que atentan contra la institucionalidad democrática y que podrían explicar el incremento
en la percepción de la corrupción en el país.
Entre las incidencias que podría motivar a esta percepción de la corrupción están el irrespeto a procedimientos en la destitución de funcionarios como la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía General de la República y jueces.
Debilitamiento en el Instituto de Acceso a la Información Pública, persecución a Organizaciones no Gubernamentales, amenazas a la participación ciudadana, entre otras acciones atribuidas al gobierno del presidente Nayib Bukele.
Además, durante el año 2021 se continuó con la política de opacidad en el uso de los recursos utilizados para la atención de la pandemia por COVID-19. Las instituciones del gobierno encargadas de la respuesta a la pandemia han puesto reserva a la información relacionada con las compras realizadas en el período y se resisten a rendir cuentas a la
ciudadanía sobre el uso dado a los recursos otorgados.
El análisis de Transparencia Internacional para el IPC 2021 advierte que, en la última década, el control de la
corrupción se ha estancado o deteriorado en un 86 % de los países del mundo, además, alerta sobre la forma en
que la corrupción facilita la violación de derechos humanos en una espiral viciosa ascendente: la erosión de derechos
y libertades debilita la democracia, abre paso al autoritarismo, y éste habilita niveles más altos de corrupción.
Considerando lo anterior, los resultados del Índice muestran que los países que protegen adecuadamente las
libertades civiles y políticas suelen controlar mejor la corrupción; las libertades fundamentales de asociación y
expresión son esenciales en la lucha por un mundo libre de corrupción.