
Redacción Voz de la Diáspora
Washington, D.C., a pocas horas de la ceremonia presidencial programada para el 20 de enero a las 12 del mediodía, Joe Biden y Kamala Harris serán juramentados para su nuevo cargo, esta vez sin público y con una barrera militar de más de 30 mil hombres armados en la gran capital estadounidense.
La Guardia Nacional está desde la semana pasada brindando seguridad en los alrededores del Capitolio, para garantizar que la ceremonia de investidura del nuevo mandatario se desarrolle sin incidentes.

Como nunca antes visto, la ceremonia presidencial estará más militarizada que los desplegados en Irak.
Se trata del mayor despliegue militar observado en los últimos años, sumado a la pandemia del coronavirus, cuyas características sanitarias impiden que el evento se lleve a cabo con público.

La toma de posición del presidente número 46 en la lista de los Estados Unidos, será histórico, no tendrá público por la pandemia de la Covid-19, luego por los disturbios generados el 6 de enero, cuando el Colegio Electoral dio los resultados del conteo manual de las papeletas de las elecciones del pasado mes de noviembre.
A todos estos acontecimientos se le suma que el presidente saliente, Donald Trump, no participará en la actividad, así lo notificó días antes.
Es la primera vez en una investidura, que la Plaza Nacional no tendrá pantallas gigantes para el público que se concentraba en el lugar a presenciar el acto.
