Maria T. Morales
El Salvador – La educación debería ubicarse como una prioridad en las políticas públicas, y países como El Salvador, tienen un desafío enorme que deben enfrentar sin demoras: cerrar brechas de aprendizaje fundamental e incorporar nuevas competencias, no solo en sus alumnos sino también en sus docentes, señala un nuevo estudio de la Fundación para la Educación Superior (FES).
El desarrollo de las competencias digitales se vuelve un requerimiento básico; dichas habilidades incluyen las de orden superior como las de resolución de problemas con tecnología, creatividad y el manejo ético de la información, pero también se vuelven indispensables habilidades blandas como la comunicación y el trabajo en equipo, según la investigación.
Un sondeo realizado a directores de colegios muestra que aun no hay un conocimiento homogéneo acerca de la importancia de estas competencias, y menos aún, se están enseñando de forma sistemática, sostienen.
“Una conclusión importante es que el sistema debe centrar esfuerzos en cerrar brechas de aprendizaje fundamental. La Revolución 4.0 esta pidiendo mas a la escuela, como la formación de competencias digitales, pero esto no puede darse sin antes poder leer y escribir”, manifestó Carolina Rovira, coordinadora académica de la FES.
Por su parte, David López, coordinador de FES se refirió a la importancia de adaptar la currícula para desarrollar habilidades que demanda el mercado laboral, y evitar quedarse atrás ante el auge de nuevas ocupaciones de alta demanda.
Asimismo, Everardo Rivera, director de la Escuela Superior de Negocios, consideró la necesidad de ubicar la educación como una prioridad a nivel de país, sin importar diferencia en ideas políticas, entre otros.
La calidad del sistema educativo viene dado por la calidad de los docentes, y en ese sentido es necesario formarlos y apoyarlos, y facilitar recursos que mejoren el ambiente en el que el estudiante y el maestro interactúan, señaló.