Italia reactiva las actividades económicas con nuevas normas sociales

Por Engelberto Maldonado, Italia

Bania y Claudia son dos cosmetólogas, que tienen un negocio en Milán, Italia. Su negocio permaneció cerrado más de dos meses debido a la cuarentena decreta en Italia, por el brote de coronavirus.

El lunes llegaron al local para limpiar y desinfectar todos los rincones de su negocio, previo a que entre en vigencia en decreto del gobierno, que permite abrir nuevamente casi todas las actividades en el país el 18 de mayo.

Las cosmetólogas podrán comenzar a atender a su clientela este martes, pero ahora todo será distinto. Muchos negocios deberán invertir dinero extra para proteger a sus clientes y prevenir un nuevo brote del virus.

Los costos en el negocio subieron y las normas sociales cambiaron. Para proteger a la clientela, las comestólogas tienen que comprar otros productos y para garantizar las normas de distanciamiento social deben prescindir del trabajo de Gabriella.

De acuerdo a las nuevas normas, los salones de belleza solo podrán atender a dos clientes simultáneamente, las cosmetólogas y empleados no deben conversar entre ellos, ni tampoco con los clientes.

Además, deben usar guantes, cubre cara trasparente y mascarilla. Antes de atender el siguiente cliente, deberán desinfectar todos los instrumentos y las gabachas que utilizan.

“Esperamos no volver a cerrar por ninguna razón. Espero continuar viviendo de esto y que la clientela no nos abandone, aunque deba pagar un euro más. Estamos obligadas a hacerlo porque también la canasta básica alimentaria ha aumentado casi 20% según las noticias”, dice Claudia, mientras mira al cielo con preocupación.

Después de dos meses dramáticos y doloros para los italianos y los inmigrantes que residen en el país, la curva de contagios positivos va en descenso.

Nuevas normas

Las autoridades reportan 800 casos de Covid-19 diarios y autorizan el funcionamiento de muchos negocios y otras actividades que mueven la economía del país.

Pero no todos están contentos con la autorización para reabrir los negocios. Hu Suawn, un empresario chino, dueño de un restaurante de Milán, está preocupado porque con las nuevas normas, reducirá la clientela y con el incremento de los costos, también hay riesgo de volver a cerrar el negocio.

Dos meses y medio después que el Ejecutivo italiano ordenara el cierre de todas las actividades consideradas no esenciales y de que los residentes del país se vieran obligados a recluirse en casa, la cifra oficial de contagios es de 224 mil; mientras que las muertes suman casi las 32 mil.

El lunes por la mañana, en dos de las calles más populosas del noreste de Milán (Padova y Viale Monza), las filas en los negocios que estaban abiertos eran largas. La gente circulaba y se entretenía en las vitrinas. 

La realidad impone convivir con el virus hasta que no se encuentre la inmunización o una vacuna. Las filas, el distanciamiento de un metro mínimo, las mascarillas y guantes, son parte de esta nueva normalidad tanto para los demandantes de bienes y servicios como para los ofertantes. 

Pero los italianos no solo tendrán la posibilidad de ir a comprar. Los chicos también tendrán juegos instalados en parque públicos, abiertos; aunque los padres deben estar siempre atentos a los contactos y reagrupamientos.

Las playas y lagos también recibirán a los vareneantes, aunque la movilización interna en el país continúa restringida. Todas las personas deberán portar una autojustificación desde esta semana.

Los feligreses también están incluidos. Las actividades religiosas tienen luz verde para realizar misas con un reducido número de personas. Los bautizos, bodas, celebraciones fúnebres, comuniones, confirmas y fiestas, están autorizadas siempre que no sean masivas.

Ninguna persona será rociada con agua bendita y la comunión se enrtregará solo en mano. La recomendación es que todos los feligreses deben estar atentos a no tener contacto fisico con ninguna otra persona, ni con el sacerdote.

Temor entre la gente

El temor sigue presente. Para el Instituto Superior de la Sanidad, la población debe actuar con mucha responsabilidad, respetar las nuevas normas y actuar con mucha cautela, porque de lo contrario puede surgir un disparo en los contagios. 

Las autoridades advierten que un segundo brote, puede causar un nuevo colapso en los hospitales e imponer una nueva orden de cierre, como la que se aplicó a mediados de marzo, que podría causar más daños a la economía familiar y del país peor que la primera.

El Ministerio de Salud asegura que han adquirido la experiencia y los insumos necesarios para responder a un incremento exponencial en los primeros días en que se retomen las actividades.

Para el caso de las empresas, sobretodo las micro empresas, el temor es no poder cumplir con la nueva normativa por el incremento de costos para la implementación o en el caso de los centros de masajes, cosmetología y restaurantes, porque  practicando las nuevas reglas significa reducir los clientes.

Entre las exigencias para negocios están, el distanciamiento, usar cubre vistos transparentes, además de las mascarillas, preferir el pago con tarjetas antes que con dinero contante y sanitizar dos veces diarias, mientras que en los supermercados y centros comerciales será posible tomar la temperatura y negar ingresos a los que superen los 37.5 grados.