Por Kriscia Recinos
El asesinato del periodista Brend Renaud en Irpin, Ucrania, por parte de militares rusos, generó una inmediata respuesta de las autoridades de Estados Unidos. Desde la Casa Blanca calificaron el ataque como impactante y horrible por lo que aseguraron que habrá severas consecuencias.
Las declaraciones desde Estados Unidos son una amenaza para el presidente ruso Vladimir Putin, que ha negado en reiteradas ocasiones los ataques en contra de civiles, pero las acciones en Ucrania revelan lo contrario. El gobierno norteamericano no se quedará de brazos cruzados ante la situación que comienza a afectar a los comunicadores.
“El asesinato del periodista estadounidense es un ejemplo de la brutalidad de Vladimir Putin y de sus fuerzas, que ya atacaron escuelas, mezquitas, hospitales y periodistas”, explicó el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan.
El funcionario dijo que se está trabajando en imponer nuevas sanciones a Rusia y continuar con la ayuda a los más vulnerables en Ucrania, especialmente con asistencia militar. “La idea es hacer retroceder el ataque de estas fuerzas rusas”, añadió.
El trabajo de Renaud fue reconocido por la Casa Blanca
El fotógrafo y realizador audiovisual asesinado en Ucrania fue colaborador de The New York Times y realizaba una cobertura independiente para realizar un documental sobre los desplazamientos. Tenía 51 años y murió tras recibir un disparo en el cuello.
El hecho ocurrió en la localidad de Irpin en los alrededores de Kiev y en el ataque también resultó lesionado su compañero y amigo, Juan Diego Herrera, de 46 años, quien fue trasladado a un centro asistencial para ser atendido por profesionales.
De acuerdo a los medios de comunicación de la nación de las barras y las estrellas, Herrera no está enterado de que su amigo falleció en el lugar del ataque y cree que fue trasladado igual que él para recibir atención en otro hospital.